domingo, 18 de noviembre de 2012

Es buena idea pero...

Las buenas intenciones son importantes. Pero no son suficientes por si solas.
Es preciso llevarlas a la práctica de un modo adecuado para que realmente resulten beneficiosas.
Vamos con un ejemplo de esto.

En los últimos tiempos se ha hecho mucho hincapie en la necesidad de reducir la ingesta de sal por parte de la población. Es de cajón, a menos consumo de sal menor incidencia de la hipertensión arterial.
Por otro lado también se intenta que la gente ingiera suficiente yodo con la dieta. Para ello se promueve el tomarlo con la sal. Esto también es una buena idea.

LLegados a este punto nos encontramos con un problema evidente : ¿ Cómo compaginamos reducción de ingesta de sal con suplementación de yodo en la sal ?.
Claro , porque si tomas muy poca sal a lo mejor no captas una cantidad de yodo suficiente . Mientras que aumentando la dosis de yodo con la sal , quizás el aporte de esta acabe siendo excesivo.
Vamos , un dilema.

Hombre yo me imagino que habría que analizar cada caso por separado para ver qué importa más.
Seguramente a unas personas les convendrá más reducir la sal , y a otras aumentar el yodo.

Porque al final casi todo en esta vida es relativo.

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