La leche es un alimento básico donde los haya. Un compendio de sustancias imprescindibles para el organismo humano. Es por si misma casi perfecta como alimento.
Pero esto que parece tan sublime, tan extraordinario, puede también trocarse en un tormento.
Lo saben bien las personas que sufren intolerancia a la lactosa.
¿ Y eso qué es ?.
Pues muy sencillo: ser incapaz de asimilar la lactosa de la leche, o lo que es lo mismo el azúcar de la leche.
Una persona afectada por dicha intolerancia, lo pasa mal cuando ingiere leche. Al no poder metabolizar correctamente todas sus sustancias, acaba padeciendo problemas del tipo de dolores abdominales y diarreas.
¿ Y qué se puede hacer ?.
En principio habría que eliminar la leche de la dieta. Aunque en ocasiones se pueden tolerar muy pequeñas dosis de leche , o quizás mayores si se reparten en dos o más tomas a lo largo del día.
De todas maneras, y para asegurar un correcto aporte de calcio, hay alternativas a intentar.
Tendríamos la opción de comer queso curado ya que no contiene lactosa, y por tanto no provoca ningún daño.También se puede probar con los yogures, que se suelen tolerar mejor que la leche, pero con prudencia.
Y luego entraríamos en el campo de los alimentos no tan tradicionales:
leche sin lactosa. Es una leche modificada tecnológicamente , que ofrece los nutrientes de la leche con la excepción de la lactosa.
leche de soja. No es leche en realidad. Se tolera al no tener lactosa.
leche de almendras. Tampoco es leche. Tolerada también al carecer de lactosa.
En definitiva, vemos que, aunque por supuesto resulta una penuria el no poder comer de todo, siempre se encuentra una salida para casi todos los problemas de esta vida.
Que nadie se desanime, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario