domingo, 3 de julio de 2011

Era mi merienda

Qué recuerdos. Aquellos deliciosos bocadillos de nocilla. Es , yo creo , la merienda por excelencia de mis tardes infantiles. Tardes de juegos, risas, y lo dicho: el sabor dulce de la nocilla, junto con el sabroso contraste del pan.
Era una merienda que llenaba de energía, cosa muy necesaria ya que no parábamos.
En aquel entonces estábamos siempre en la calle.

Como cambian las cosas. Antes no nos veían el pelo por casa, y ahora no hay manera de que los chavales suelten los juegos de ordenador o de videoconsola y salgan un poco de casa.

Bueno, a lo que iba. Como decía, el bocadillo de nocilla a parte de estar muy rico nos aportaba lo necesario para aguantar todos los juegos: corríamos, nos metíamos por aquí y por allá, ......

Ahora quizás es mejor una merienda más ligerita al no hacer tanto ejercicio los niños. Aunque hay de todo, claro.
Además aun no jugando ya casi en la calle, si que hay niños que hacen deporte y gastan por ello mucha energía también.

De todas formas incluso el pequeño que gaste mucha energía, es mejor que se acostumbre en general a otro tipo de meriendas más sanas para que vaya cogiendo hábitos adecuados de alimentación.

Pero, eso sí, con algún " caprichito " de vez en cuando a la hora del bocata.

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