Eso es lo más importante, a mi modesto entender, para componer unos buenos menús navideños.
Puedes tener la mesa repleta con los manjares más suculentos del mundo, y pasar unas veladas horrendas si no tienes buena compañía.
Y en cambio, si dispones de ese grato acompañamiento, disfrutarás a más no poder del banquete aunque este consista en un poco de pan y un vaso de agua.
Nos llenan los ojos con anuncios y más anuncios de televisión con todo lo habido y por haber en materia de comidas selectas: marisco, turrones, carnes de renombre, pescados de categoría, etc.
Y claro, al final acabamos llenando la despensa de cosas y más cosas.
Por supuesto que , si se puede, habrá que comer algo un poco diferente esos días señalados.Pero no olvidemos que lo principal es con quién estás, y no qué comes.
Lo peor es estar solo. Así que aunque sea hay que procurar juntarse con el vecino, o con quien sea para comer acompañado al menos en Navidad.
Por tanto ya veis que la opción correcta de la última encuesta era " otra cosa " ( según mi opinión, claro ).
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