Habían escapado.
Y ¿ qué sucedió entonces en la mina ?.
Nada más huir Lonchito y compañía , llegó una tropa de romis que traía la orden de llevarse a Lonchito a la capital de la región.
El gobernador de la zona había decidido eliminar a ese humano fuera de lo común. Pero antes pensaba que era mejor investigar el origen de tan extraño representante del género humano.
Cuando los soldados vieron que se había escapado su objetivo , lo notificaron a sus mandos. Estos montaron en cólera y dieron orden de pasar a cuchillo a toda la guarnición de la mina por haber permitido la fuga.
Así pues los guardias de la mina fueron asesinados. Pero no sólo eso , si no que además acabaron sirviendo de comida para sus ejecutores.
De este modo los soldados cumplian órdenes y , también , multiplicaban por mucho su fuerza física ya que ese era un privilegio de la raza romis : una inmediata utilización de los nutrientes de los alimentos.
A partir de ese momento , debían concentrarse en buscar y capturar a Lonchito.
En cuanto al resto de fugitivos , su destino era el mismo que el de los guardias de la mina.
Pues bien , los romis partieron rápidamente tras la pista de los humanos no sin dejar una pequeña guarnición para vigilar la mina ....
Concluye aquí esta nueva entrega de " Cuentos de Lonchito ".
¿ Qué ocurrirá en el próximo capítulo ?.
Si quereis descubrirlo ya sabeis , seguid el blog.
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